Desde el clímax de la ceremonia de apertura hasta la clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2014, la Fuente del Parque Olímpico (una elegante fuente / instalación escultórica creada por la empresa californiana WET situada en el epicentro de la Medal Plaza) ha deleitado a los visitantes con un espectáculo de agua, humo y luz cuyo sonido provenía de un sistema de la serie QX, de Eastern Acoustic Works® (EAW®).

Alrededor de la fuente de 75m de diámetro, equipada con un tanque de más de 26.000 hectolitros de capacidad, una estructura escultórica metálica blanca inspirada por el ballet “El Pájaro de Fuego” creado en 1910 por el compositor ruso Igor Stravinsky, rodea la piscina con sus alas y sujeta la antorcha olímpica en su cúspide. En el interior del “cuello” de la escultura, un sistema de audio compuesto por cajas de la serie QX y subwoofers SB, de EAW, reproduce orquestaciones clásicas de compositores rusos como Tchaikovsky y Shostakovich realizadas para la instalación.

“La larga estructura en forma de cuello de ave ofrecía muy poco espacio para el sistema de sonido,” afirma Jim Scheffler, el ingeniero de audio y diseñador de WET que concibió, diseñó y fabricó la instalación. “Además, el sistema debía ofrecer una cobertura y un nivel de salida excepcionales, y las cajas QX ofrecían exactamente lo que necesitaba”, prosigue Scheffler.

El sistema de sonido tenía que ser invisible, y con un soporte de 1m de diámetro en el centro de la estructura y la conducción de gas que alimentaba la llama olímpica, la elección de los componentes no resultó fácil. Scheffler consiguió una cobertura de 270º alrededor de la fuente con tan solo ocho cajas de la serie QX: cuatro QX544i-WP como cluster central y otras cuatro QX564i-WP a lo largo de los laterales izquierdo y derecho, todas ellas alimentadas por doce etapas de dos canales Powersoft K10 DSP+AESOP. Por último, colocó seis subwoofers SB2001 en la base de la estructura.

“Gracias a Resolution, el software de EAW, resultó fácil mapear el sistema que necesitábamos,” dijo Scheffler. A pesar de que los espectadores más cercanos se encontraban a 60m de la estructura, el sistema ofrecía más de 100 dB de salida en el rango cercano y hasta 85 dB en los extremos del Parque Olímpico.

Además de satisfacer los requisitos de presión sonora, Scheffler quedó impresionado por la calidad de sonido del sistema de EAW. “Nuestro objetivo era disponer de un sistema de reproducción musical extremadamente suave y con la máxima fidelidad. La música clásica debe ser reproducida —no “asestada”— con la máxima linealidad posible y este sistema de EAW lo ofrecía todo: gran calidad de sonido y alto nivel de salida.”